Manchuela

Manchuela

Pequeña denominación de Castilla-La Mancha, la DO Manchuela se caracteriza por sus vinos intensos y de gran carga tánica.

Esta región formaba parte junto con La Mancha, Almansa y Méntrida, también DO’s pertenecientes a la comunidad de Castilla-La Mancha, de una denominación provisional. En 1982 deciden separarse y obtienen la aprobación oficial el año 2000.  La región, al centro-este de las provincias de Cuenca y Albacete, se extiende entre los valles que forman las cuencas de los ríos Júcar y Cabriel,  y comparte lindes con las denominaciones de La Mancha al oeste, Utiel-Requena y Almansa al este, y Jumilla al sur.

Los viñedos de la DO Manchuela se encuentran en altitudes entre los 600m y 1.200m sobre el nivel del mar, en suelos de piedra caliza sobre arcilla. Dos pantanos, Alarcón y Contreras al norte de la demarcación, suministran el riego necesario a una región de muy escasas precipitaciones.

Manchuela tiene un clima continental. Las altas temperaturas diurnas con la aportación de vientos húmedos y frescos del Levante en horas nocturnas, favorecen la maduración de la uva. Los inviernos son fríos con registros de temperaturas por debajo de los cero grados y los estíos no son calurosos marcando máximas de sólo 25ºC.

Una característica de la D.O. Manchuela es que se pueden encontrar vinos tintos de gran intensidad de color debido al proceso de maceraciones con grandes cantidades de hollejo antes de la fermentación o durante ésta.

Los vinos blanco de Manchuela son de un tono amarillo muy pálido con reflejos verdes, limpios, brillantes y transparentes. Son vinos de aromas muy afrutados y en boca son frescos y ligeramente ácidos, largos y con una persistencia floral. Si estos vinos se fermentan en barrica adquieren un color amarillo más intenso, en nariz son más complejos y en boca son equilibrados y reflejan una mayor carga tánica.

Los vinos tintos jóvenes de la DO Manchuela se elaboran principalmente con las variedades Cencibel (Tempranillo) o Bobal. Son vinos de intensos colores rojos con distintos matices dependiendo de la procedencia. Ofrecen aromas a fruta roja del bosque y en boca son persistentes y largos, de sabores amplios y buena carga tánica. Los vinos tintos crianza de Manchuela se elaboran con las mejores uvas de las variedades Cencibel (Tempranillo), Bobal, Cabernet sauvignon, Syrah, entre otras. Son vinos armoniosos y elegantes. Adquieren un intenso tono rubí, son vinos de aromas complejos y delicados. En boca son carnosos, persistentes y con taninos integrados.

Las variedades autorizadas por la Denominación de Origen Manchuela son:

Variedades tintas: Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Frasco (Tinto Velasco), Garnacha (Tinta y Tintorera), Graciano, Malbec, Mazuelo, Merlot, Monastrell, Moravia (Agria y Dulce), Petit
Verdot, Pinot Noir, Rojal y Syrah.    

Variedades blancas: Albillo, Chardonnay, Moscatel de Grano Menudo, Pardillo, Sauvignon Blanc, Verdejo y Viognier.





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